25/3/13

Vuelven las albóndigas de IKEA




Las echábamos de menos, pero aquí vuelven. A mí personalmente esta situación me pareció demasiado estricta, pero la alarma general se disparó y pareció que no paraban de acusar a las grandes superficies de todo tipo de fechorías. Y en verdad, IKEA se ha llevado su buena parte de bronca, porque cuando parecía que el asunto de la carne de caballo estaba resuelto, aparecieron las tartas, y cuando no, las salchichas.

Para todos aquellos que se han perdido la polémica que levantaron las albóndigas, aquí os presento un pequeño resumen. El 26 de febrero, un análisis realizado por una empresa externa a IKEA contratada por la misma, descubrió indicios de carne de caballo en sus productos Dafgard, lo que incluían las albóndigas y las salchichas. Se retiraron todos los productos de dicha marca al momento. Al día siguiente del anuncio, IKEA España, Francia, Reino Unido, Irlanda y Portugal ofrecieron productos cárnicos de otras empresas. Una semana más tarde, el  4  de marzo todas las alarmas se dispararon cuando otro supuesto análisis dieron positivos en bacterias coliformes, esto es, rastros de heces en su tarta de chocolate. Este hecho quedó desmentido al día siguiente por un comunicado de la empresa, puesto que ningún análisis posterior apuntaban a esa conclusión. Pero hasta ayer no podemos decir que volvieran realmente nuestras albóndigas suecas, 100% carne de vacuno y cerdo. 


Bueno, pasando al comunicado que da la bienvenida a la vuelta de las albóndigas, este ha recalcado el hecho indiscutible de que la carne de caballo no es “perjudicial” para la salud (al revés creo que es bastante más sana que la de vacuno o cerdo porque contiene menos grasas), pero de que esta no estaba debidamente indicado en los ingredientes, por lo que supondría un fraude alimenticio. Y como este hecho es bastante inusual en IKEA, se procede como siempre a algunas soluciones específicas: simplificar la cadena de distribución, limitar el número de proveedores de carne, realizar más controles, pedir más requisitos a los proveedores, y realizar auditorías regulares. Termina el comunicado con un sincero “La confianza en nuestros colaboradores y clientes es muy importante para IKEA”. Y digo sincero porque según mi opinión, esta situación ha escapado en ciertos sentidos a las manos de la empresa, pero a través de comunicados a informado continuamente a todos sus clientes y fans de la situación en la que se encontraba, dando la cara desde un primer momento y reaccionando con rapidez, primero retirando los productos, y después ofreciendo soluciones (búsqueda de proveedores de confianza con el Pozo, para sustituir los productos; realizando más análisis, y controlando más férreamente a los productores. 

A mí lo que más me preocupa de todo esto, es sin duda el fin de toda esa carne retirada. Sé que algunas empresas han donado los productos desechados por “fraude” a organizaciones caritativas, pero no puedo confirmar que se halla realizado también en este caso.

*Actualización 26/03: un día después de  publicar esta entrada, recibo un email que nos da a conocer la llegada de las albóndigas de manera personalizada y exclusiva a cada cliente de IKEA Family, pero que además incluyen este pequeño apartado: "Por último, quizá te preguntes qué vamos a hacer con las albóndigas que IKEA ha retirado de la venta. Queremos encontrar la mejor solución y la más sostenible para lo que estamos contemplando varias opciones." Ante cualquier noticia, os informaré.