Escandalizada. Esta vez me tengo que rendir ante
la evidencias y sentirme escandalizada ante la noticia de que IKEA, la gran
multinacional sueca, ha hecho desaparecer a las mujeres de su catálogo para
Arabia Saudí. Así lo ha esclarecido el periódico gratuito global Metro.
A pesar de que todos los catálogos en todas las
partes del mundo son casi iguales (con pequeños cambios en lo referente al textil
y las formas), parece ser que se intentó "adecuar" el contenido de la
revista a las percepciones locales. Craso error. Esta noticia perjudica sin
duda más su imagen que cualquier otra duda que hubiera aparecido en los medios
en los últimos meses: la deforestación de bosques protegidos, la utilización de
mano de obra cubana.... hasta el momento han sido noticias con poca repercusión
mediática, principalmente por estar fundamentadas en rumores y chivateos; pero esta última acción ha despertado la
indignación de las mujeres del mundo (entre las que me incluyo).
En un país donde a las mujeres no se les permite
tener el carnet de identidad, viajar solas, o conducir, ahora ni si quiera se
les permite aparecer en el catálogo de IKEA, modelo de hogar; como si no
existieran o no fueran importantes. Pero no son las únicas: también se
eliminaron a las trabajadoras que muestran los servicios habituales de IKEA, y las
diseñadoras de la colección PS.
Y eso que conste que en los medios de
comunicación árabes se ha conseguido poco a poco que aparezcan mujeres retratadas.
Poco a poco, pero aparecen. Es por eso que la opinión pública no llega a
entender la decisión de la empresa sueca. Una empresa cuyo lema es el cambio
social, la innovación, y eso de "queremos crear un mundo mejor para la mayoría
de las personas”.
IKEA ya se tuvo que adaptar en su momento a la
localidad, al renombrar a la "copas de vino", como copas festivas,
pero esto me parece demasiado. En los años noventa también ocurrió un
altercado, que por ridículo, me apetece comentarlo: en el catálogo apareció una
mujer, en pantalón y camisa anchos oscuros, recostada sobe el sofá, junto con algunos
libros. Ese hecho fue totalmente rechazado por los ultraconservadores que
pensaban que una mujer ociosa, era una mala mujer. Y si además, leía, una
auténtica afrenta a su dignidad.
Solo espero que este hecho no se repita, y que
realmente IKEA siga siendo ese modelo a seguir que tanto admiro. Igual que millones
de mujeres en todo el mundo. Y estamos ante un caso de mala publicidad, una pequeña crisis de imagen. La empresa ya ha emiido un comunicado en el que piden perdón y dicen que deberían haber esperado esta reacción. Por otro lado, la ministra de Comercio de Suecia, Ewa Bjorling, ha demostrado su disconformidad ante esta acción que suprime a las mujeres de la realidad. "Si Arabia Saudí no permite que las mujeres sean vistas, hablen o trabajen, están perdiendo la mitad de su capital intelectual", ha criticado. ¡Bien por ella!
*Actualizado
el 05/10/2012: tres días después es un rápido movimiento, IKEA ha hecho pública
una comunicación en referencia a este tema. Al
parecer, en el IKEA de Arabia Saudí trabaja una franquicia, a la Inter IKEA
Systems B.V. le entregó los derechos de la edición del catálogo. Inter IKEA
Systems B.V es la dueña de IKEA, la que se encarga de franquiciar, ubicada en
Delft (en los Países Bajos). Es esta misma la que se encargará d revisar los protocolos
del catálogo y la que dará a conocer las nuevas soluciones.
Cito
textualmente la parte que más me ha gustado de este comunicado y la que más
esperanzas da en cuanto a la forma de trabajar de IKEA: "Los valores de
IKEA son la base del concepto y la cultura de la compañía, apoyamos los
derechos humanos fundamentales y no aceptamos ninguna clase de discriminación.
Abogamos por un tratamiento justo y por la igualdad de oportunidades sin
importar la raza, etnia, religión, género, discapacidad, edad u orientación
sexual".
Esta es una
táctica de RRPP, muy importante, y correcta en situaciones como esta, puesto
que da a entender la postura de la empresa y convencer a los clientes de que
solucionarán el problema. Hay muchas personas que culpan a la empresa franquiciadora de no haber previsto esto y haberse hecho cargo de algo tan importante como la edición del catálogo. Hay que tener en cuenta que una empresa como IKEA es increiblemente extensa y complicada, por lo que la supervisión de todos y cada uno de los actos es imposible. Solo espero que este año la franquicia sea penalizada y supervisada para que esto no vuelva a pasar.
Reconozco que no me esperaba esto de Ikea, sobre todo después de leer los posts que has ido publicando sobre la cara más amable y abierta de la empresa. En fin, supongo que los petrodólares son los petrodólares; la dignidad de las mujeres vale menos x(
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