IKEA tiene siempre ese valor de hacerme esbozar
una sonrisa incluso en los días más agotadores. Como el de hoy, que cuando
llegas a casa, te arranca una carcajada el saber que IKEA se ha sumado a los
cientos de establecimientos a la mode y se ha subido al carro de
celebrar
Halloween, una festividad totalmente americana.
La idea me ha gustado, sobre todo el hecho de
enfocarlo a un público más juvenil de cara a posibles fiestas de Halloween, que
son sin duda las noches más divertidas para los más pequeños. ¿Quién no
recuerdas esas historias de miedo bajo la atenta mirada de tus tres amigas y
una linterna a pilas?
Aunque de momento solo he encontrado esta
publicidad, os iré informando si esta pequeña reseña se convierte en algún tipo
de promoción especial. De momento nos quedamos con la acción de marketing,
discreto pero fuerte en sus elecciones, que realizará un pequeño repunte en las
visitas de mares con niños. Un poco de todo para una noche donde un espejo coba fascinación mágica y donde la luz de las lámparas serán nuestra puerta de salida.